Postales entrañables, amigos queridos

Postales de nuestra querida Chori Bravo desde Suiza.

Por Tamara Crespo

Estas ocho postales son especialmente entrañables para nosotros, pues nos llegan de dos queridos amigos a los que conocimos en Urueña. Ana María Bravo, conocida entre familiares y amigos como Chopi, escribió tres de ellas en Suiza. Hace unos días recibimos un correo (este electrónico) en el que Chopi nos contaba que  recientemente anduvo «recorriendo Suiza» y que se acordó mucho de nosotros y de lo que nos gusta recibir postales. En su recorrido por tierras suizas, Chopi estuvo en Ginebra, en casa de una sobrina «a la cual le conté -nos dice- de vuestras actividades en Urueña; quedó encantada… Le di vuestras coordenadas y quedó en contactarse con ustedes para ir a visitarlos». Ana María es una mujer de armas tomar, librera durante 50 años en su país, Chile, y jubilada en España. Su hijo Jorge Pineda, al que conocimos en la librería junto a ella, heredó el oficio de librero. Nacida en 1929, nada detiene a esta abuela viajera, que a pesar de sus problemas de visión, hace fotos, tiene cuenta en Facebook, escribe postales, envía correos electrónicos y viaja un día sí y otro también, una de las últimas ocasiones, a Australia. De mayor, quiero ser como Chopi. ¡Gracias, querida! Te enviamos un abrazo tan lleno de cariño como el que nos llega de ti con estas letras.

De nuestro otro gran amigo viajero, el violonchelista Carlos Ángel Fernández Buey, qué decir que no hayamos dicho ya. Él ha batido el récord de nuestros amigos ‘postaleros’. Estas cuatro que nos llegan ahora vienen tres de Holanda y una de Italia. Apenas le seguimos los pasos, lo mismo está de ‘bolo’ con su violonchelo en Italia, Portugal…, que anda por los montes, playas y pueblos españoles, es un andarín. Desde Delf, ciudad a la que llegó en tren, destaca que es una ciudad «de cerámica, canales, hermosos paseos e iglesias». «Escenario de algunas nivelas leídas y fuente de inspiración de pintores, sin duda, evocadora». En la postal de Amsterdam nos cuenta que es tierra de «comerciantes, mercaderes, aventureros, filósofos, pintores y sabios» y que desde allí «también tienen que volar las postales a aquel pueblecito fortaleza en los montes Torozos». También nos escribió una tarjeta llena de colorido desde una localidad frisia, Groninge, «a pocos kilómetros del mar del Norte», al que pensaba asomarse al día siguiente. Según explicaba, Groningen es una preciosa ciudad de larga tradición universitaria cuyos habitantes y costumbres son sorprendentemente diferentes, al igual que el paisaje». Pocos días antes, Carlos se encontraba en Italia, desde donde nos envió una postal que ha llegado entre una y otra de Holanda. En esta caso, se trata de una estampa marina, al igual que el sello, remitida desde Bell’Abruzzo, en el litoral Chietino, o costa del Trabocchi. Esa bella región, en concreto, la ciudad de Pescara, era el destino del segundo concierto que ofrecía en Italia compañía del guitarrista Eduardo Pascual, con el que forma el Nachschlag DUO. Es este, en palabras suyas, un lugar «de contrastes entre el litoral adriático y la región montañosa, llena de castillos y monasterios». «Trabochi creo que se traduce por útiles pesqueros, de los que está repleta la costa».

Por último, y aunque nos la dejó antes de que llegaran las otras, tenemos una tarjeta igualmente especial. Es un regalo de Roberto, que ha estado durante un mes haciendo prácticas en la Fundación Joaquín Díaz, del que nos acabamos de despedir porque era hoy cuando terminaba este periodo formativo. La postal la compró en un viaje que hizo unos años atrás a Edimburgo, en Escocia, y corresponde a una vista de Calton Hill con la Luna llena sobre el castillo. La torre del reloj del Hotel Balmoral se ve a la derecha de la imagen, según reza la leyenda del anverso. Roberto la ha dedicado de su puño y letra a Primera Página, «un sitio muy agradable en un lugar idílico».

Pues lo dicho, que gracias a estas postales y a nuestros amigos viajeros, viajamos un poco sin salir de Urueña y, sobre todo, nos llevamos una alegría cada vez que vemos al cartero. Carlos está ahora en Bélgica, así que esperamos que siga deleitándonos con sus aventuras viajeras. Gracias amigos de Primera, #nosencantarecibir postales y nos encantáis vosotros.

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