‘Mujer(es)’, discursos divergentes sobre lo femenino

Bajo el título de Mujer(es). Discursos divergentes sobre lo femenino, el Ateneo Psicoanalítico de Castilla y León organizó los días 22 y 23 de noviembre unas jornadas de debate en Valladolid, celebradas en el salón de actos del Museo Patio Herreriano.  De lo doméstico a lo público fue el título de la mesa redonda en la que la periodista Tamara Crespo participó junto a la concejala del Ayuntamiento de Valladolid Victoria Soto y la psicoanalista Luisa Borondo. Coordinada por la también periodista Arancha Jiménez, el objetivo de la mesa era analizar La aparición de la mujer en lo público y las Nuevas formas de Gobernar.

La ponencia de Crespo, fundadora de la librería Primera Página, se centró en su experiencia como mujer de una generación en la que aún había que enfrentar muchos prejuicios y escollos machistas pero que lo tuvo más fácil que la de sus madres y abuelas. Ella estudió periodismo y, en sus 20 años de trabajo en la prensa escrita, tuvo la suerte de romper, según explicó, uno de los «techos de cristal» que aún afectan a las mujeres, el acceso a los cargos directivos. También citó a algunas de las pioneras del periodismo español, como Carmen de Burgos, Teresa de Escoriaza, Mari Luz Morales, Luisa Carnés, Sofia Casanova, Magda Donato o Josefina Carabias, que abrieron el camino a las generaciones posteriores en una época muy difícil para ellas, a comienzos del siglo XX.

Entre las influencias en su pensamiento respecto a la mujer, crespo citó a dos autoras a las que leyó por primera vez en los años 90, la politóloga y socióloga marroquí Fátima Mernissi y su Miedo a la modernidad. Islam y democracia, y la antropóloga Helen Fischer, con su obra Anatomía del Amor. Esta última abunda en sus obras más actuales en la idea de que desde la época de las revoluciones industrial y postindustrial,  avanzamos, «aunque muy lentamente», «hacia el pasado», a un momento de la prehistoria en la que ambos sexos tenían el mismo estatus, pues hombres y mujeres desempeñaban funciones igual de importantes y necesarias, la caza y la recolección, respectivamente. 

Durante el debate, salieron temas de reflexión como la influencia de la religión, el papel de la prensa y la política, la maternidad, la violencia machista y sus consecuencias psicológicas y el repunte en este tipo de comportamiento que, a decir de las estadísticas expuestas por Soto, se observa en el caso de adolescentes y jóvenes.

El viernes, se habló de Mujeres en Lucha a lo largo de la historia, mientras que la jornada matinal del sábado comenzó con un debate sobre Víctima y responsabilidad. Posibles caminos para salir de la posición de víctima. La última tarde de las jornadas se dedicó a hablar acerca de la maternidad y de los Espacios incómodos. Voces que se salen del surco común para explorar cauces más inéditos.

El propósito de estas jornadas era «hacer más visibles los conflictos» e «intervenir sobre ellos». «Por eso hemos convocado -decían los organizadores- a sectores de la política, el pensamiento, la judicatura, el arte, etcétera, para que en este clima multidisciplinar se manifiesten los antagonismos que surgen con las cuestiones propuestas». Por su parte, estas cuestiones, «en torno a las mujeres y sus movimientos», tenían forma de interrogante: «¿Existe una lectura propiamente femenina en los diferentes fenómenos? , ¿qué irrita al poder en relación al deseo de las mujeres?, ¿qué rasgo diferencial tendría que ser ese deseo?, ¿qué hace que lo femenino provoque reacciones de exclusión (o rechazo) por parte del poder?».

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