«¡Venecia la encantadora,
la de los pardos pilares,
de las ciudades señora,
la señora de los mares»
¿Cuántos poetas habrán cantado a Venecia? ¿Cuántos viajeros habrán caído rendidos a sus pies? Este poema, A Venecia, del -por cierto- vallisoletano José Zorrilla, nos habla ya, en el siglo XIX, de una ciudad en decadencia: «Hoy, Venecia, sólo eres/ una memoria de ayer,/ un sepulcro cincelado/ entre flores y perfumes,/donde yace abandonado/ tu carcomido poder.» Pero también es un canto al hedonismo que representa en el imaginario colectivo, con sus «festines», «galas», «máscaras revoltosas»… : «No pienses, Venecia, no,/ en lo que fuiste!» (…) «¡Reír, cantar, beber, corta es la vida!»
Esta postal que nos envía a Urueña nuestra querida amiga Cristina Vallejo refleja esa pintoresca estampa romántica de Venecia, la de las góndolas, canales, hermosos puentes y bellos edificios ocres o almagres. En la imagen, el Puente de Rialto, el más antiguo de los cuatro que cruzan el Gran Canal y el más famoso de la ciudad. Su origen se remonta al siglo XII y fue reconstruido en piedra en el siglo XVI para sustituir al original de madera, hundido en dos ocasiones e incendiado en otra. Esta es la segunda tarjeta que nos llega de Venecia, la anterior, también del Gran Canal, nos la envió en julio Carlos Ángel Fernández Buey durante un maravilloso tour italiano. Cristina, sin saberlo, posó para una de las fotos de su viaje justo frente a la casa de otra amiga de Primera en la isla de Burano, que forma parte del archipiélago de la laguna veneciana. En fin, que la red de amigos viajeros de Primera Página, cada vez mayor y más interesante, tiene estas cosas mágicas. ¡Gracias, Cristina! #nosencantarecibirpostales
