«La bibliofobia es algo que no acabará nunca»

Presentación en la Villa del Libro de ‘Allí donde se queman libros’

Al historiador Gaizka Fernández Soldevilla la lectura, durante el confinamiento, del libro de Irene Vallejo ‘El infinito en un junco’ le inspiró para iniciar una investigación sobre los ataques a los libros y las librerías en España. Lo que en principio iba a ser un dosier para el Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo, donde trabaja, se convirtió en ‘Allí donde se queman libros. La violencia política contras las librerías (1962-2018)’, un libro escrito en colaboración con el también investigador Juan Francisco López Pérez, editado por Tecnos y que la librería Primera página presentó hoy en el Centro e-LEA de la Villa del Libro con la participación del director de la Villa del Libro, Luis Enrique Valdés Duarte.
Fernández Soldevilla explicó que los 225 ataques a librerías que lograron documentar son solo «la punta del iceberg», pues en la mayoría de los casos estos atentados no trascendían. De todos los que han conseguido registro, la mayoría (87%) fueron perpetrados por la ultraderecha y grupos parapoliciales, mientras que un 7% corresponden a ETA y su entorno.
El título del libro proviene de una cita del poeta judío alemán Heinrich Heine, cuyas obras también ardieron durante el nazismo, en 1933, y que en una de sus obras, la tragedia en verso Almanzor, escribió: «allí donde se queman libros, se acaba quemando personas». En el prólogo del libro se señala como primer episodio de destrucción de libros (y asesinato de sus autores) el ordenado en el siglo III a.C. por el primer emperador chino. «La bibliofobia es algo que no acabará nunca», ha concluido, para señalar que si bien en España no se dan ya ataques violentos a librerías, en muchos países del mundo se siguen destruyendo libros y persiguiendo a escritores.
La cita ha contado con un público participativo, con la presencia del director general de Sodeva, sociedad gestora de los centros turísticos de la Diputación provincial, y con el testimonio de Miguel Jesús Sánchez, responsable de la librería Sandoval, de Valladolid, que aparece en el libro como una de las que ha sufrido diversos ataques a lo largo de sus 50 años de vida.
Para terminar, la librera Tamara Crespo hizo un llamamiento a conservar y defender las librerías independientes con una cita que el Instituto Cervantes popularizó durante la pandemia, y con la que los autores abren su libro, un verso del poeta Joan Margarit: «La libertad es una librería».

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