Descripción
Este libro es el incansable intento de Elena Kostyuchenko por documentar la experiencia de su país a través de quienes este elimina sistemática y brutalmente: niñas de pueblos reclutadas para el trabajo sexual, personas queer en las provincias, pacientes y médicos de una maternidad ucraniana y reporteros como ella. Un retrato singular de Rusia tal como es, no como la imaginamos, y también de una joven que se niega a ser silenciada. En marzo de 2022, como corresponsal de Novaya Gazeta, Kostyuchenko cruzó la frontera con Ucrania para cubrir la guerra. Su misión era asegurar que los rusos fueran testigos de los horrores que Putin cometía en su nombre. Escribió sus artículos sabiendo que, si regresaba a casa, probablemente sería procesada y condenada a hasta quince años de prisión. Sin embargo, impulsada por la convicción de que la mayor expresión de amor y patriotismo es la crítica, continúa escribiendo. Amo a Rusia combina reportajes de los últimos quince años con ensayos personales, con una narrativa caleidoscópica que, según Kostyuchenko, podría ser la última obra sobre su tierra natal que publique en mucho tiempo, quizás para siempre. Expone el funcionamiento interno de toda una nación que se hunde en el fascismo e, inevitablemente, en la guerra. Escribe porque la amenaza de la Rusia de Putin se extiende más allá de ella misma, más allá de Crimea y más allá de Ucrania.
Elena Kostyuchenko, Yaroslavl (Rusia), 1987. Periodista rusa y activista por los derechos de los homosexuales en el exilio que trabaja para el periódico Novaya Gazeta. Fue la primera periodista en escribir sobre la banda punk de protesta Pussy Riot y sobre la masacre de Zhanaozen en 2011. Ha sido agredida y detenida en numerosas ocasiones por su activismo, por ejemplo fue arrestada en 2013 por participar en una manifestación del orgullo gay en Moscú y en 2014 fue una de las diez activistas LGTB arrestadas durante una protesta en la Plaza Roja de Moscú. En junio de 2014 denunció los aparentes esfuerzos de las autoridades rusas para encubrir el regreso a Rusia de los cadáveres de milicianos rusos tras su muerte en combate en Ucrania. En 2018, Kostyuchenko fue becaria Paul Klebnikov de la Sociedad Civil Rusa en el Instituto Harriman de la Universidad de Columbia. En 2022, recorrió Ucrania cubriendo las atrocidades cometidas por Rusia. Como represalia por sus reportajes, el Estado clausuró el diario Novaya Gazeta. En 2023, reveló en un ensayo su sospecha de haber sido envenenada por el Estado ruso en 2022 por su cobertura de la invasión de Ucrania. La selección de sus escritos, Amo a Rusia. Crónicas desde un país perdido, ha recibido reconocimiento mundial y varios premios, entre ellos el de Mejor Libro del Año por The New Yorker y la revista Time, la Elección de los Editores de la revista New York Times Book Review y el Premio Pushkin House Book de 2024.

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